Yorgos Lanthimos, cineasta griego, es conocido por su estilo único y provocador que desafía las normas convencionales del cine. Su enfoque distintivo se caracteriza por la creación de mundos alternativos que invitan al espectador a cuestionar la realidad y las normas sociales.
Lanthimos comenzó su carrera en Grecia, un país con una industria cinematográfica limitada. Inicialmente, se dedicó a la realización de comerciales, lo que le permitió adquirir experiencia técnica y financiar sus primeros proyectos cinematográficos. Su primer largometraje, «Kineta», seguido por «Canino» y «Alps», marcaron el inicio de su reconocimiento internacional.
Uno de los aspectos más destacados de su obra es su capacidad para explorar temas complejos a través de narrativas inusuales. En «La Langosta», por ejemplo, Lanthimos examina las relaciones románticas y las expectativas sociales mediante una trama distópica donde los solteros deben encontrar pareja en 45 días o ser transformados en animales. Esta película no solo cuestiona la naturaleza del amor, sino también las reglas y normas que rigen nuestras vidas.
Otro ejemplo es «El Sacrificio de un Ciervo Sagrado», donde Lanthimos se inspira en la tragedia griega «Ifigenia en Áulide» de Eurípides. La película aborda dilemas morales y el concepto de sacrificio, creando un diálogo con elementos profundamente arraigados en la cultura occidental.
Lanthimos no busca representar la realidad de manera naturalista. En cambio, prefiere construir realidades alternativas que, aunque artificiales en la superficie, permiten una exploración más profunda de las emociones y conflictos humanos. Esta técnica le permite abordar temas serios con un toque de humor y absurdo, haciendo que sus películas sean tanto impactantes como reflexivas.
En resumen, Yorgos Lanthimos se ha consolidado como un director que no teme desafiar las expectativas del público, ofreciendo experiencias cinematográficas que invitan a la reflexión y al cuestionamiento de las normas establecidas.